¿Hará Que El Divorcio Por Este pasaje autoriza a aquel quien ha sido fiel a su voto matrimonial a divorciar a su mujer y así casarse a otro, cuando el divorcio ha sido en base de la fornicación o infidelidad de ella. Más sin embargo, es la contención de algunos, que la mujer repudiada por fornicación también está libre para casarse, con aprobación de Dios, puede casarse con otro. El propósito de este artículo es básicamente considerar el argumento que la libertad del “culpable fornicario” para segundas nupcias se halla en la mera definición del divorcio lícito. Hay otros argumentos, más sin embargo, los cuales, indiscutiblemente surgen sobre la discusión de los derechos del culpable para segundas nupcias. Daremos atención breve a estos 3 argumentos ya que son, creemos nosotros, beneficiosos al ayudarnos a ver el argumento principal en forma muy perceptiva. En defensa del derecho del repudiado fornicario a segundas nupcias, ha sido argumentado:
Buscando a establecer este punto, un hermano(a) dijo lo de David, y su adulterio, que él simplemente y humildemente admitió: “he pecado” (2 Sam. 12:13), pero que David no renunció el matrimonio. Ciertamente David no renunció el matrimonio. De hecho, David tuvo varias esposas. Más sin embargo, el caso de David de ninguna manera es paralelo del tipo de situación que estamos estudiando, puesto que, David no fue repudiado por fornicación y así buscando segundas nupcias. La “penitencia” no es asunto de controversia que estamos estudiando, pero el dejar y cesar el pecado y así obedeciendo la voluntad de Dios si. Para Zaqueo el retornar lo que él había robado y así tratar a la gente justamente no se llama “penitencia” (Lc. 19:8). Penitencia no, pero haciendo la voluntad de Dios sí, haciendo lo correcto, esto es lo que debía hacer. La penitencia no se trata, no es el tema. El tema es ¿quién le ha autorizado Jesús para segundas nupcias? Cualquiera que repudia a su mujer por fornicación puede hacer segundas nupcias. Pero no hay ningún permiso dado al que fue repudiado por fornicación, aún si se arrepienta. No hay ningún “acto de penitencia” para el repudiado fornicario para así actuar en cuanto al ser perdonado. ¿Por qué, entonces no puede el fornicario hacer segundas nupcias? La respuesta es que Jesús dijo; “cualquier que se casa con ella, la repudiada comete adulterio” (Mt. 19:9; Lc. 16:18).
“Ay, ay, pero los hermanos sí lo recordarán, sus pecados y le van a decir que usted no puede hacer segundas nupcias.” Este argumento es como muchos más sobre el arrepentimiento, ó sea, mal representa la presente controversia y es básicamente una apelación al emocionalismo. Así que no es válido en nuestro estudio. Ciertamente el arrepentido fornicario ha sido perdonado. Cuando ella verdaderamente se ha arrepentida, ha sido perdonada, ya no es más fornicario. Más sin embargo, el hecho queda que ésta que ha sido repudiada por fornicación, y Jesús dijo, “cualquiera que se casa con la repudiada comete adulterio.” Ahora, si Jesús hubiera dicho, “cualquiera que se casa con la repudiada comete adulterio, a no ser que ella se haya arrepentida y ya ha sido perdonada,” entonces, sería algo muy distinto. Pero, Jesús no dijo así.
Observemos lo que se está sugiriendo: El fornicario repudiado se ha arrepentido y sufrido, por lo tanto ya no debería sufrir más por el celibato impuesto sobre él. ¿No les parece cosa rara como en el punto anterior de “penitencia” el cual todos rechazamos de los Católicos? 1.) ¿No se está implicando que la persona repudiada ya ha pagado el precio y ya debería estar libre para segundas nupcias? La presente controversia no es que si el soltero playboy o el casado repudiado promiscuo sea más pecaminoso que el otro. Tampoco se trata la controversia del cual le parecía justo conforme a nuestro razón emocional y humano. El tema es: ¿Qué dijo Jesús en Mateo 5:32 y Mateo 19:9 con respecto de aquel repudiado? Los 3 argumentos que hemos tratado que han tenido una apelación muy amplia, más sin embargo no lideran verdaderamente lo que realmente sea pertinente a las escrituras. Su apelación no es particularmente a las escrituras, sino a la inclinación emocional para dar a ciertas personas “una segunda oportunidad”, especialmente si tienen una actitud de “penitencia.” Ahora vamos a considerar otro argumento del cual hace su apelación más directamente a las escrituras y está basada sobre una definición del divorcio.
Argumento: “Divorcio Por Su Definición, Ambas Partes Algunos se contiendan que Jesús no cambió el significado del divorcio, solamente cambió la causa. El argumento puede estar presentado en esta manera: La ley del A.T. sobre el divorcio hallado en Dt. 24:1-4 demuestra que ambos, el que repudia y el que fue repudiada están libres para segundas nupcias. La diferencia entre ahora y ese entonces, es que en Deuteronomio el hombre podía repudiar a su mujer por cualquier causa. Ahora solamente puede repudiar a su mujer por fornicación. Más sin embargo, el divorcio es el divorcio. Después del divorcio, ni el hombre ni la mujer están casados, por lo tanto, ambos están libres casarse con otro, a pesar de que uno de ellos fue repudiado por fornicación.
RESPUESTA Por favor observe usted que este argumento expone la completa inoportunidad de los argumentos números 1 al 3 en defensa de la segunda nupcias del culpable. Si esto fuera cierto que tanto el marido y la esposa estarían libres para segundas nupcias ya que no más están casados el uno al otro, entonces no importa si el fornicario: 1.) se arrepintiera, 2) fuera perdonado, o 3.) sufriera más que el fornicario no casado. Tal vez, podríamos ser más amorosos hacia el ex-fornicario con actitud de arrepentimiento que en vez del reprobado que continua en la fornicación, pero según el argumento sobre la “definición del divorcio”, ambos están libres porque ya no están más casados. Si esto fuera cierto, entonces el que contienda que la fornicaria repudiada está libre a volver a casarse solamente si ella se hubiera arrepentida, sería ella la que añade a los requisitos divinos y así imponiendo la “penitencia.” Autoridad, No Definición, Es El Asunto Todos estamos de acuerdo que el divorcio significa que ya no están casados. La fornicaria repudiada le es prohibido volver a casarse, no porque ella está todavía casada a su primer marido, no, ella no puede volver a casarse porque Jesús dijo que cualquiera que se casa con la repudiada, adultera. Ahora, ¿por qué la mujer repudiada en Deuteronomio 24 puede casarse con otro? La respuesta es que Dios no le prohibió su segunda nupcias.
La diferencia no es un cambio en la definición del divorcio. La diferencia es en lo que Dios permitió por medio de Su palabra. La mujer divorciada en Deuteronomio 24, a ella le fue permitida a casarse con otro. A la mujer repudiada en Mateo 19:9, le es prohibida. El asunto no es solamente si hay todavía un yugo de matrimonio cuando uno ha sido repudiado. Para ilustrar el punto, regresamos por un momento a Dt. 24:1-4. A pesar de que le fue permitida a la mujer repudiada a volver a casarse con otro hombre, hubo restricciones en cuanto a la segunda nupcias. “no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer,(Dt. 24:4). Esto fue así porque si el segundo marido le hubiera divorciado, o aún si el segundo marido habría muerto (Dt. 24:3). “Después de su muerte, fue ella “enyugada” a su segundo marido? No, porque “la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.” (Rom. 7:2). Aún, esta mujer, le fue prohibido, quien no estaba enyugada a ningún marido, le es prohibido volver a casarse con el primer marido. ¿Por qué? Simplemente porque Dios no le dio el derecho de casarse. Así que, el derecho de casarse no le fue otorgado meramente sobre la base de que uno no está casado en le presente. El asunto sobre Mateo 19:9 no es si el fornicario divorciado está todavía casado. El asunto es si Jesús le autoriza a ella casarse con otro. Jesús dijo, “cualquiera que se casa con la repudiada, adultera.” Conclusión Cuando cortamos o quitamos las varias racionales humanas, definiciones, compasiones carnales, emociones, que tenemos hacia los arrepentidos quienes muestran remordimiento sobre sus pecados, y toda clase de situaciones complejas de “que tal si situación”, el asunto en la discusión sobre el divorcio y segundas nupcias, llegan a 2 simples declaraciones hechas por nuestro Señor. En Mateo 5:32, el Señor dijo si un hombre repudia a su mujer, le hace cometer adulterio. La única situación cuando esto no sería el caso es si el la repudia por “causa de fornicación.” Jesús dijo:
Que le hombre quien se casa con la repudiada comete adulterio. No hay excepción revelada. En Mateo 19:9 Jesús enseña que si un hombre repudia a su mujer y se casa con otra, adultera. La única excepción a esta ley es si él repudia a su mujer por fornicación. Por el otro lado, el que se casa con la repudiada, adultera. ¿Qué excepción es dada a esta ley? No hay excepción revelada. Nosotros vivimos en una época donde el matrimonio ha deteriorada y la familia está descompuesta completamente. Tal descomposición de esta importante institución no puede hacer nada sino destrucción, caos, y confusión tanto en la iglesia como en la misma sociedad. El remedio a estos problemas serios no se encuentra en aflojar las restricciones divinas y alterar nuestra enseñanza para acomodarla a nuestros amigos quienes se han sido llevados a la manera mundana de vida. No, más bien, debemos enseñar claramente y fielmente que el matrimonio es sagrado y que el divorcio es pecado. Que enseñemos a los jóvenes como casarse bíblicamente en primer instante. Y que no nos olvidemos que mientras todo pecado puede ser perdonado por la gracia de Dios, las consecuencias temporales del pecado no son necesariamente quitados a pesar de que uno puede arrepentirse y así ser perdonado.
Versión al español |
|